Tanto la alimentación adecuada como la realización de actividad física usual son pilares esenciales para estar saludables y esto se traduce en una buena calidad de vida. No obstante, los hábitos perjudiciales alimentarios han creado una discordancia entre la edad biológica de las personas y la cronológica produciendo que la biológica sea mayor.
A pesares que la cantidad de comestibles que el hombre ingiere actualmente es menor al de otras temporadas, se puede ver estadísticamente que los índices tanto de sobrepeso como de obesidad se hallan en incesante levanta.
Esta circunstancia tiene múltiples disparadores como por servirnos de un ejemplo que el gasto de energía es mucho menor, como asimismo lo es el requerimiento calorífico diario, por otra parte se puede ver que los individuos ingieren poco a poco más calorías y grasas por el empleo y abuso de las llamadas comidas veloces.
Además, por una parte podemos estimar el aumento de peso y la mala calidad física, donde la musculatura se marcha perdiendo y por el otro la capacidad cardiovascular que es cada vez más deficiente, convirtiéndose en un círculo vicioso que por medio de los años y el incremento de la edad produce como resultado una edad biológica que no tienen mayor relación con la cronológica.
Asimismo, puede verse que cada días un poco más la nutrición y el ejercicio físico son tratados como hechos estéticos y explotados como semejantes, mas sin tener en cuenta la relación que existe entre ellas y la salud.
La pérdida progresiva del tejido muscular se debe a la falta de actividad física y a consecuencia de esto, se suprime la capacidad de generar energía y por consiguiente de consumir los sustratos energéticos que se hallan guardados en el organismo, trayendo como consecuencia inmediata el aumento de peso y mayores peligros de sufrir enfermedades como diabetes y problemas cardiovasculares entre otras muchas.
Estos inconvenientes son viables de ser eludidos o bien corregidos si se incorpora una alimentación saludabley una rutina de actividad física acorde a las peculiaridades de cada individuo.
Se debe tener en claro que el plan alimentario va a ser diferente para cada persona, puesto que existen factores como edad, sexo, actividad diaria, estado físico y nutricional, que no dejan una dieta extendida ni fórmulas estándares o bien mágicas para conseguir un peso y un estado físico saludable.
El ejercitarse implica tanto el movimiento como la contracción muscular y a consecuencia de ello se va a deber contar con la energía precisa para efectuar el ejercicio físico escogida. Toda esta energía la aportarán los alimentos que son el combustible primordial y que en consecuencia van a deber siempre y en toda circunstancia elegirse de manera correcta.
La calidad de vida se traduce en un cuerpo y una psique sanos y alén de los factores de belleza que en forma incesante se muestran, es preciso entender que nuestro cuerpo es único y también irreemplazable por esta razón debemos cuidarlo alén de los valores estéticos que condicionan la vida de las personas, haciendo que muy frecuentemente se tomen actitudes equivocadas que dañan enormemente la salud.