La relación que existe entre el sexo y el deporte ha sido un tema de discusión para muchos especialistas en el tema deportivo, puesto que para ciertos el deporte es una forma muy saludable de llevar adelante una vida sexual plena y activa y para otros esto va en menoscabo del desempeño sexual.
También, existen los que aseguran que el tener relaciones sexuales anteriores a una competición disminuye el desempeño deportivo.
Si bien es verdad que el ejercicio físico es un esencial elemento anti-agobio y una fuente de placer para quienes la practican, asimismo debe aclararse que ciertas actividades reportan mayores beneficios que otras para la salud normalmente y la vida sexual particularmente.
Las prácticas aeróbicas como la natación, remo, trotar, marcha veloz, mejoran la presión arterial y aumentan el colesterol bueno HDL, además de esto se consumen calorías y esto se traduce en un menor peso. Asimismo mejoran la tolerancia a la glucosa, pues bajan la glucemia, ayudando especialmente a los que padecen de diabetes, minimizan los inconvenientes cardiacos, mejoran el estado anímico y si se practican por la mañana benefician el sueño y las erecciones nocturnas.
Por otro lado los deportes competitivos efectuados por personas mayores de cuarenta o bien cincuenta años, no entrenadas, como por poner un ejemplo el tenis single, fútbol o bien básquet, puede producir cuadros de peligro tanto a nivel cardiovascular como en el aparato locomotor.
Cuidar del cuerpo por medio de actividades físicas moderadas juntamente con una dieta equilibrada, para sostenerse en un peso razonable, consumir antioxidantes, suprimiendo el tabaco y otro género de substancias tóxicas, se reflejará en una mejor calidad de vida y una prolongada y saludable vida sexual.
En cuanto quienes consideran que el deporte va en menoscabo del desempeño sexual, se puede decir que, existen aquellos que se obsesionan por el ejercicio físico y ponen su libido en las máquinas del gimnasio o bien en la competencia deportiva. Hay otros que literalmente “se matan” con las actividades deportivas y físicas y llegan al acto sexual sin fuerzas, doloridos y en muchas ocasiones lesionados. Esto acostumbra a darse en hombres de más de cuarenta años que pretenden efectuar adiestramientos como cuando tenían veinte y el resultado es llegar a la cama exhaustos y rendidos.
Diferente es cuando estos individuos efectúan una actividad física moderada, de forma especial elongaciones o bien juegan un partido de tenis doble, o bien al golf. En cambio, los jóvenes tienen, mayor flexibilidad y resistencia, contando con una mejor y más veloz restauración siguiente.
Si la actividad deportiva es moderada siempre y en toda circunstancia va a mejorar el ánimo, la circulación periférica, la liberación de endorfinas, consiguiendo mejor conexión con el cuerpo y manteniéndolo flexible y on-line.
Por otra parte, está comprobado que el conectarse con el movimiento y una mejor función respiratoria y circulatoria, asimismo contribuyen a un mejor erotismo.
Además, la actividad sexual, no ha de ser sustituida por la deportiva si bien muchos puedan preferir una a la otra, o bien al contrario.
En cuanto a la aseveración de que las relaciones íntimas anteriores a una competición bajan el desempeño deportivo, puede decirse que esta creencia se ha extendido y aunque un clímax representa un gasto cardiovascular afín a subir 2 pisos por escalera, igualmente auténtico es que una persona puede recobrarse de forma veloz de este desgaste. Mas como se trata de una creencia que está instalada y tiene peso propio, de seguro que condicionará al individuo y la premonición se cumplirá.
Muchos deportistas profesionales como pugilistas, futbolistas y tenistas, aseguran que sostener relaciones íntimas ya antes de una competencia los hace sentir mejor y hasta lo emplean como una cábala. Mas las creencias al respecto están divididas y por este motivo, muchas delegaciones dejan las concentraciones con las parejas y otras las prohíben de forma definitiva
Por otra parte, asimismo es verdad que conductas sexofóbicas están arraigadas en el deporte y prosiguen sosteniendo mitos, en tanto que como cualquier persona, un atleta puede padecer una disfunción erectiva, una eyaculación precoz o bien diferida, anorgasmias y vaginismos, crisis de identidad sexual, fobias, minoración del deseo, o bien tener enfrentamientos con su pareja.
Por todo ello, lo recomendable radica en pedir ayuda, como una forma de informarse sobre temas ignotos y quitarse de esta forma de encima los mitos y opiniones que tan mal hacen a la vida normalmente.