La eyaculación precoz no es una enfermedad propiamente dicha, sino más bien un fenómeno reflejo que afectaría a más de un treinta por ciento de los hombres. ¿Cuáles son sus causas? ¿Se trata de un fenómeno usual? Veamos de qué forma podemos contestar a estas y otras preguntas.
El término “eyaculación precoz” se refiere a una realidad que presenta las próximas peculiaridades.
¿En qué momento se habla de eyaculación precoz?
Se habla de eyaculación precoz cuando la eyaculación sobreviene demasiado veloz. La noción de tiempo mínimo no entra en juego. Que tenga sitio ya antes de la penetración o bien cinco minutos después, el inconveniente prosigue siendo exactamente el mismo, no hay control.
Podemos charlar de eyaculación precoz cuando el clímax se genera como acto reflejo, es decir cuando se escapa al control voluntario del sujeto, cuando la excitación sexual ha alcanzado una cierta intensidad.
No es una enfermedad
No se trata de una enfermedad propiamente dicha. El hombre que eyacula de manera rápida, marcha bien sexualmente…, aun demasiado bien. Sus reacciones sexuales son veloces y en nuestro planeta acostumbra a ser una cualidad el tener buenos reflejos. No obstante, la sexualidad es una relación entre 2, y para compartir el placer es esencial poder retrasar el instante del clímax.
¿Primario o bien secundario?
La eyaculación precoz puede ser:
Primaria, si siempre y en todo momento ha estado presente en la sexualidad del hombre:
Secundaria, si sobreviene tras un tiempo de sexualidad sin inconvenientes.
Pero la distinción no siempre y en todo momento es simple de efectuar. En ocasiones, el instante vital no sobreviene demasiado veloz, sin poder mantener el control del reflejo eyaculatorio. Así, estos hombres no se consideran eyaculadores precoces, más que en un segundo instante, cuando esta mecánica deja de ser sincrónica.
No se trata de eyaculación secundaria, pues la carencia de control desde el comienzo de su vida sexual deja un diagnóstico de personas perjudicadas por un inconveniente de eyaculación precoz primaria.