La base de una alimentación sana es comer de forma suficiente, completa, armónica y conveniente todos y cada uno de los comestibles libres.
Esto quiere decir que ha de ser suficiente para cubrir las demandas caloríficas del organismo y sostenerlo en equilibrio.
Sumado a esto, debe ofrecer al organismo todas y cada una de las substancias que lo componen; que las cantidades de los nutrientes que integran la nutrición tenga una relación de proporción entre sí; y que debe satisfacer todas y cada una de las necesidades del organismo, adaptadas al individuo.
Para cumplir con un régimen normal se deben respetar las necesidades de nutrientes recomendados y de energía de cada persona. En contraste a lo que muchos creen, no es algo imposible de conseguir consumiendo una extensa pluralidad de comestibles, de todos y cada uno de los conjuntos (cereales y derivados, legumbres; frutas y verduras; leche, yogur y quesos; carnes y huevo; aceites y grasas; y azúcar y dulces).
Claro que, como todo cuanto refiere a alimentación y salud, no hay que temárselo a la ligera. Los comestibles han de ser consumidos con moderación, han de ser preparados y combinados de distintas formas para conseguir, de esta forma, mejor disponibilidad de los nutrientes.
Por servirnos de un ejemplo, seleccionar cereales integrales; eludir la fritura; sumar en las preparaciones semillas, siempre y en toda circunstancia probando, al comienzo, en pocas cantidades; intentar que los platos sean coloridos; efectuar comidas caseras.
Un esencial consejo y que muchos ignoran es que hay que intentar consumir el alimento cruda, siempre que los comestibles que lo dejen, en tanto que es considerablemente más sano que lo cocinado.
Además de esto, es fundamental la distribución de las comidas, efectuando de esta manera, 4 de estas a lo largo del día (desayuno, almuerzo, merienda y cena), las que son esenciales y también indispensables y si es preciso, conforme sea el caso, una o bien 2 colaciones como pueden ser un yogur, una fruta (asimismo depende de su tamaño), un licuefactado, dos galletitas con queso de trama, 2 porciones pequeñas de queso y dulce, entre otras alternativas posibles.
Además, no se debe olvidar que una buena nutrición se complementa con la realización de actividad física regular, para favorecer el funcionamiento general del cuerpo, la movilidad, la fuerza de los músculos, la vitalidad y la respiración; y la ingesta de liquido (preferiblemente el consumo de agua), 2 litros o bien más al día, para una adecuada hidratación.