Todos hemos oído habar por activa y por pasiva acerca de los beneficios que tiene consumir alimentos sanos y naturales. De ahí que haya quien se empiece a decantar por los alimentos ecológicos como alternativa a los que tradicionalmente encontramos en los lineales del supermercado.
Sin embargo, es importante saber el porqué de estos beneficios, y no terminar pagando a un alto precio naranjas únicamente porque llevan una etiqueta que las identifica como productos naturales.
Siguiendo con el ejemplo de las naranjas, y con la colaboración de naranjastradicionales.es/es vamos a ver por qué es mucho más ventajoso el consumo de alimentos naturales, u orgánicos como también se denominan tradicionalmente, que el de los productos que tienen una apariencia similar, pero están procesados en algún momento de su producción o recolección.
Beneficios para el consumidor
El beneficio que conseguimos consumiendo alimentos naturales es muy grande. La cantidad de nutrientes, como las vitaminas o los minerales de los alimentos que ingerimos, es mucho más alta que cuando consumimos productos procesados.
El aumento de nutrientes se traduce en una mayor vitalidad, mejor salud general y hasta un efecto sobre el estado de ánimo. No es que quienes consumen alimentos que no sean orgánicos no sean felices, pero la sensación de bienestar general es mayor.
Otro de los beneficios tiene que ver con el precio. Sobre todo si nos decantamos por los canales de venta de naranjas a domicilio podemos contactar directamente con los productores, y esto supone que al eliminar a los intermediarios, el precio del producto será mejor que si lo compramos en un supermercado o a terceros.
Esto nos lleva a otro tipo de beneficios que tienen los productos naturales.
Beneficios para el productor
Quien cultiva o produce estos alimentos y los vende directamente también se beneficia de varias formas. Por ejemplo, no depende de intermediarios que les pagan mucho menos de lo que deberían y después se benefician del trabajo de ellos aumentando los precios de venta.
También puede ahorrar dinero en productos químicos, ya que los cultivos ecológicos no los utilizan. De hecho, si se usara algún tipo de aditivo no podrían ser considerados ecológicos.
La sensación que genera la venta directa al consumidor también es más placentera que la de tratar con intermediarios que solo buscan su beneficio económico. Pueden hablar de su producto con propiedad, puesto que lo han visto crecer desde cero, y esto en muchas ocasiones es algo que los consumidores aprecian mucho.